Los niños no tienen cáncer de pulmón, de colon, de mama… que son cánceres propios del envejecimiento de nuestras células. Los niños y adolescentes tienen alteraciones que están vinculadas al proceso contrario: al proceso de crecimiento y desarrollo del ser humano. Por eso hablamos de cáncer del desarrollo: es el cáncer de la formación, de la generación de nuevas células. Es un conjunto de muchas enfermedades diferentes, muy infrecuentes, como el neuroblastoma, nefroblastoma, meduloblastoma, osteosarcoma, sarcoma de Ewing, los linfomas y las leucemias infantiles, etc.